Introducción
Mediante el siguiente contenido científico
investigado de la Unidad N° 2 La Sexualidad, conformado con el tema de
Enfermedades Infecto Contagiosas con los sub temas investigados que constan: a-
VIH/SIDA b- Hepatitis A, B, C. c- Acoso Sexual d- Abuso Sexual e- Violación
Sexual f- La Identidad (Autoestima). Daremos a conocer a nuestro profesor
nuestro trabajo y tarea, además de la experiencia aprendida que se ha obtenido
y realizado en nuestro primer período y así llevando a cabo lo aprendido que ha
sido de las enfermedades infecto contagiosas, cuáles son sus síntomas, los
tipos de casos la definición de cada uno e imágenes o ejemplos ilustrados de
estos.
Objetivo
1. Desarrollar la
actividad de investigación de la Unidad N° 2 La Sexualidad, utilizando la
filosofía de software libre, un portal web y/o un libro, revista o enciclopedia
para concluir y tener ideas claras acerca del tema investigado.
1.1.
Aspectos que lo componen:
1.1.1.
VIH/SIDA
1.1.2.
Hepatitis A, B, C
1.1.3.
Acoso Sexual
1.1.4.
Abuso Sexual
1.1.5.
Violación Sexual
1.1.6.
La Identidad (Autoestima)
Virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH/SIDA)
Virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH)
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Grupo:
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El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es un Lentivirus (de la
familia Retroviridae),
causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). Fue descubierto y considerado como
el agente de la naciente epidemia de sida por el equipo de Luc
Montagnier en Francia en 1983. El virión es esférico, dotado de una envoltura y con una cápside
proteica. Su genoma es una cadena de ARN mono catenario que debe copiarse provisionalmente al ADN para poder
multiplicarse e integrarse en el genoma de la célula
que infecta. Los antígenos proteicos de la envoltura exterior se acoplan de forma
específica con proteínas de la membrana de las células infectables,
especialmente de los linfocitos T CD4.
El proceso de conversión de ARN en ADN es una característica principal
de los retrovirus
y se lleva a cabo mediante acciones enzimáticas de transcriptasa inversa. Con la demostración
de la existencia de la transcriptasa inversa, se inició en la década de 1970 la búsqueda de los
retrovirus humanos, que permitió el aislamiento en 1980 del virus de la leucemia
de células T del adulto, HTLV-I (R. Gallo y cols.)
El VIH tiene un diámetro de aproximadamente 100 nanómetros.
Su parte exterior es la "cubierta", una membrana que originalmente
pertenecía a la célula de donde el virus emergió. En la cubierta se encuentra
una proteína del virus, la gp41, o "glicoproteína trans-membrana".
Conectada a la gp41 está la gp120, la cual puede unirse al receptor CD4
localizado en la superficie de los linfocitos T para penetrar en ellos. El
núcleo tiene la "cápside", compuesta por la proteína p24. En su
interior está el ARN, la forma de información genética del VIH.
En diciembre de 2006, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, había 39,5
millones de personas con VIH en el mundo, de las cuales 24,7 millones vivían en
África Subsahariana.
El virus del VIH se localiza y
puede transmitirse a través de cuatro tipos de fluidos corporales: semen,
fluidos vaginales, sangre y leche materna. Las maneras más comunes en que
estos fluidos infectados contagian el torrente sanguíneo de otra persona es
por:
- Compartir agujas
- Manteniendo relaciones sexuales sin protección
(sin condón)
- A través de heridas abiertas e irritaciones
derivadas de otras enfermedades de transmisión sexual
- A través de la “uretra”- el tubo en el pene
que transporta los fluidos fuera del cuerpo
- Por pequeños desgarres en el interior de la
vagina o el ano provocados por relaciones sexuales
El VIH no se contagia al tocar, abrazar o saludar de
mano a una persona infectada. No se propaga al toser, estornudar, compartir
vasos ni platos, tocar sanitarios ni manijas de puertas. Ni las mascotas
ni los piquetes de insectos como los mosquitos propagan el virus. El
donar sangre no contagia tampoco el VIH. Esto se debe a que cada donador
utiliza una aguja nueva, por ello, nunca tendrás contacto con la sangre de otra
persona.
Cuándo el VIH se convierte en
SIDA, una
persona puede tener cualquiera de los siguientes síntomas:
- Fiebre que persiste durante más de un mes
- Pérdida de peso
- Cansancio extremo
- Diarrea que persiste durante más de un mes
- Glándulas linfáticas inflamadas
- Confusión
- Pérdida de equilibrio
Hasta
ahora no existe cura contra la infección del VIH o SIDA. Es una enfermedad
crónica y el virus permanece de por vida en tu cuerpo. El virus ha sido tratado
con una combinación de tres medicamentos diferentes los cuáles trabajan en
conjunto para mantener el virus estable y que el sistema inmunológico
permanezca en buen estado. La gente con HIV debe tomar medicinas en horarios
específicos y nunca dejar de tomar las dosis. Es de extrema importancia seguir
el plan de tratamiento especificado por el médico al pié de la letra. Tu
proveedor de la salud también puede recomendar que mantengas una dieta
saludable, hagas ejercicio y mantengas el nivel de tensión al mínimo en tu
vida.
Hepatitis A (HAV)
Se transmite por vía entérica o
fecal-oral (aguas residuales, alimentos o elementos lavados con estas aguas).
Produce una enfermedad benigna y auto limitada, con un periodo de incubación de
2 a 6 semanas.
El HAV sólo se reproduce en el hígado
pero está presente además en bilis, heces y sangre al final del periodo de
incubación. Su infección disminuye rápidamente una vez que la ictericia se hace
evidente.
·
• Durante la fase aguda, hasta 6 meses o incluso más, se detectan
anticuerpos anti HAV de tipo IgM (IgM anti-VHA).
·
• En cambio, en la fase de convalecencia predominan y se detectan
anticuerpos anti-HAV de tipo IgG (IgG anti-VHA), que confieren protección
frente a la re infección por este virus.
Hepatitis B (HBV)
La hepatitis B es
causada por un virus de ADN que logra replicarse gracias a su ADN polimerasa
con actividad adicional como transcriptasa inversa, y se transmite por vía
parenteral. Se multiplica en el hígado pero puede estar presente fuera de él.
Sus partículas víricas son:
·
• HBsAg o Antígeno de Superficie del HBV, que es una proteína de
envoltura que se expresa en la superficie del virión. Es producto del gen S,
que puede tener varios genotipos.
·
• HBcAg o Antígeno Central (CORE) del HBV. Se expresa en la superficie
de la nucleocápside y es codificado por el gen C en su región central. No lo
encontramos en suero porque carece de péptido señalizador para hacerse soluble.
·
• HBeAg o Antígeno E del HBV, que es una proteína soluble de la
nucleocápside. Es también producto del gen C, pero esta vez es codificado desde
su región pre central. El gen es el mismo que en el HBcAg pero la región en la
que se inicia la transcripción es distinta, ya que el gen posee dos codones de
iniciación. Dependiendo de por cual se empiece se producirá una u otra
proteína. El HBeAg puede encontrarse en suero porque tras su síntesis se asocia
a un péptido señalizador que lo fija al retículo endoplásmico liso.
Tras la infección por el HBV el primer
marcador que se encuentra en suero es el HBsAg, que se eleva antes de que la
infección tenga expresión clínica (ictericia y otros síntomas) y disminuye y
desaparece al cabo de 1 o 2 meses de la aparición de la ictericia, al tiempo
que aumenta el anticuerpo contra el antígeno S (anti-HBs), que persiste
indefinidamente y protege frente a la reinfección por el HBV.
Durante el intervalo en el que HBsAg
está disminuyendo y el anti-HBs está aumentando, puede que las serologías den
negativas por no alcanzar los umbrales necesarios para la detección. Este
periodo se denomina “ventana ciega” y para no incurrir en un falso negativo
podemos ayudarnos con la detección en suero del anticuerpo contra el HBcAg
(anti-HBc), que se eleva tras 1 o 2 semanas desde la aparición de HBsAg. Hay
que tener en cuenta que no podemos encontrar en suero el propio antígeno HBcAg
por carecer de péptido de señalización para hacerse soluble y estar por tanto
integrado en la nucleocápside viral.
Hay que reseñar que gracias a la
sensibilidad de las nuevas técnicas la ventana ciega se ha disminuido
considerablemente.
El anti-HBc puede persistir en sangre
más que el anti-HBs, una detección que sólo muestra el anti-HBc como positivo
no implica una replicación activa del virus, siendo lo más frecuente que sea un
signo de una infección antigua por el HBV;
Para determinar si la infección es
aguda o crónica se debe determinar el tipo de Ig del anticuerpo:
AGUDA:
la que los presenta de tipo IgM (IgM anti-HBc).
CRÓNICA: la que los presenta de tipo IgG (IgG
anti-HBs)
En cuanto al tercer marcador
serológico, el HBeAg, aparece al mismo tiempo o poco después del HBsAg y cuando
la actividad replicativa del virus es máxima. Disminuye poco después del
aumento de actividad de las aminotransferasas y antes de que desaparezca HBsAg.
Tras su desaparición comienzan a detectarse los anticuerpos anti HBeAg
(anti-HBe).
La capacidad del paciente de dar una
respuesta a la infección es la que produce el daño sobre el hígado. Hay personas
que no se defienden bien del virus, no producen niveles efectivos de
anticuerpos y mantienen los antígenos S como positivos durante mucho tiempo con
transaminasas normales y casi sin sintomatología. Si albergan virus completos y
no sólo HBsAg, estos individuos son portadores asintomáticos capaces de
contagiar la infección a otra persona.
Menos de un 5% de las Hepatitis Agudas
por virus B llegan a cronificar.
Es un virus de RNA que se trasmite por
vía parenteral. Expresa el antígeno HCAg (con mayúscula. No confundir con el
HBcAg o antígeno core del virus B). Puede cronificar en aproximadamente el 80%
de los casos.5
Se ha demostrado la existencia de
anticuerpos neutralizadores del HCV pero
suelen ser de duración breve y no se ha comprobado que la infección por el HCV
induzca inmunidad duradera frente a la reinfección. Estos anticuerpos se elevan
durante la fase aguda y se detectan antes o después, dependiendo de la técnica
empleada.
Para detectar el HCV se utiliza la
detección del RNA del HCV por PCR. Detecta la presencia del RNA del virus C a
pocos días de haber sufrido la exposición y mucho antes de que aumenten los
niveles de anticuerpos anti-HCV.
Acoso sexual
El besar a una persona sin tener su consentimiento puede ser
interpretado como acoso sexual en la actualidad
El acoso sexual es genéricamente la manifestación de una serie de
conductas compulsivas de solicitudes de favores sexuales con distintas formas
de manifestación dirigidas a un(a) receptor(a) sin tener su consentimiento. Se
puede aplicar a ambos sexos o personas del mismo sexo; pero predomina comúnmente
en los hombres que se mueven en ambientes de relaciones laborales, académicas,
estudiantiles, que incluyen hasta el hogar. En muchos países es una figura
delictiva punitiva que se pena según su gravedad y que puede incluir hasta la
privación de libertad.
Modo de defenderse
La mejor
arma para defenderse de un
acosador,
aparentemente la más diplomática, es la de tratarlo de manera similar a como él
trata al resto.
Esto puede tocar sus puntos débiles que pueden ser los mismos a los que él
alcanza cuando se comporta a su manera, de este modo siente lo que los demás
padecen en su propia persona y tratará de evitar a quienes tengan ese
comportamiento en su contra, sólo basta observar su conducta para saber cómo
ponerlo en dificultades.
Esto no quiere decir que sea la manera más ortodoxa para arreglar el mal
ocasionado, porque hay muchos tipos de comportamientos y formas de acosos.
Cómo reaccionar
Cuando una persona está siendo acosada, en lugar de reaccionar de manera
obvia, lo que hay que hacer es no dejarse intimidar, estar tranquilamente
,conservar la serenidad y ser muy firme ante la negativa de cualquier chiste,
insinuación, tocamiento etc.; poner distancia de por medio inmediatamente;
evitar estas compañías y denunciar cuanto antes cualquier conducta de acoso
sexual. Es importante mencionar que si la víctima no se siente incomodada y
aprueba esta conducta, en ese caso, solo en ese caso el acoso no es considerado
un crimen, y el acosador no es considerado un criminal.
Abuso sexual
El
abuso
sexual es un sentimiento angustiante con el que viven muchos
niños y
adolescentes. El
tema del abuso sexual de niños y adolescentes es complicado, y sumamente serio,
abordarlo es hablar de un tabú, algo que es poco tratado a la
luz
pública, por ser un secreto, tanto para el abusador, que no quiere ser
descubierto, como para la víctima, que está completamente desorientada y siente
un miedo terrible.
Los numerosos niños y adolescentes, que sufren el abuso sexual tienen que
vivir con un secreto desgarrador. ¿Por qué? porque a no ser que intervenga una
tercera
persona,
el niño o el adolescente seguirá atrapado en una situación dañina y pervertida,
debido a la vergüenza, el temor, la confusión y las amenazas del abusador.
El abuso sexual es definido como cualquier actividad sexual entre
dos o más personas sin consentimiento de una persona. El abuso sexual puede
producirse entre adultos, de un adulto a un menor -abuso sexual infantil- o incluso entre menores.
¿Quién es abusador sexual?
Abusador sexual puede ser cualquier persona: un
hombre o una
mujer. Generalmente
es mayor que sus víctimas, tres años o más.
Suele ser la persona que menos uno se imagina. Por ejemplo: un sacerdote, un
vecino, un primo y hasta el papá o padrastro, según cuenta la psicóloga Mónica
Bejarano, especialista en el tema. Claro que es sólo por citar ejemplos, no
quiere decir que todos lo sean.
La mayoría de los abusadores son heterosexuales, por lo menos el 75 por
ciento de ellos tienen esposa e hijos. No todos son homosexuales, como se cree.
Puedes reconocer fácilmente a un abusador sexual porque casi siempre es muy
simpático, vive pendiente de ti, te sobreprotege y a la menor oportunidad trata
de tener contacto físico contigo. Es decir, te abraza, te consiente, te besa, o
te toca la
piel
y no te quita los ojos de encima. Luego se vuelve más lanzado
y
te puede obligar a tener relaciones con él (o ella).
También existe el abusador que se limita a enseñ
arte
material pornográfico, bien sea en revistas o vídeos. Te puede decir
obscenidades por
teléfono
e, inclusive, masturbarse delante de ti.
El abusador es manipulador y te puede llenar de temores para conseguir lo
que quiere. Te puede amenazar con frases como: "si le
cuentas
a tu mamá, te mato", o por el contrario, te puede convencer de que te
quiere mucho y de que por medio de contactos sexuales te puede expresar todo
el amor
que siente.
Es muy hábil para ganarse la confianza de las personas, especialmente la de
tus padres
y eso le permite tener acceso a ti a cualquier hora
y
sin despertar sospechas.
Suele ofrecerse para acompañarte a hacer vueltas, te hace invitaciones
(incluso para
viajes
largos en vacaciones), te compra regalos y cuando hay discusiones en casa,
siempre se pone a favor tuyo y en contra de tus papás.
Le gusta ser exhibicionista. Por eso, no es raro que camine semidesnudo
frente a ti o que deje la puerta abierta cuando entra al baño, para que lo (la)
veas. Se niega rotundamente a discutir temas sobre sexo, violaciones y temas
parecidos.
Otra característica de su
comportamiento
es que se ofrece a bañar a los niños pequeños, de 1 a 10 años, inclusive cuando
ya ellos pueden hacerlo solos y aprovecha esa oportunidad para tocarles los
genitales.
No tiene horarios específicos para abusar de sus víctimas, pero prefieren
hacerlo por la noche, cuando ya todos están dormidos o en las tardes, cuando su
víctima llega del colegio.
- Cualquier
tipo de penetración de órganos genitales en contra de la voluntad, o
aprovechando la incapacidad de un menor para comprender ciertos actos.
También se incluye el inducir u obligar a tocar los órganos genitales del
abusador.
- Cualquier
acción que incite al menor a escuchar o presenciar contenido sexual
impropio (observar al adulto desnudo o mientras mantiene relaciones sexuales
con otras personas, ver material pornográfico o
asistir a conversaciones de contenido sexual, por ejemplo).
¿Qué debes hacer?
Sin volverte obsesiva, debes fijarte muy bien quiénes y cómo son las
personas que están a tu lado. Si notas que alguno de ellos trata de estar a
solas contigo o te toca mucho, mejor aléjate y nunca estés sola con él.
Cualquier
comportamiento
sospechoso de una
persona
coméntalo con tu mamá, con tu papá o con la psicóloga de tu colegio. Nunca te
quedes callada. Estrecha la confianza con tus padres, pues ellos por su
experiencia pueden advertir los peligros y ayudarte a resolver
problemas.
Ten claro que ningún papá ni padrastro puede tener acercamientos sexuales de
ninguna
clase
contigo. Si los tienen, no es normal y pueden abusar de ti sexualmente.
En este último caso es muy común que algunas mamás se nieguen a creer tu
testimonio, por obvias razones, pues se trata de su esposo. Por eso, si éste
llega a ser tu caso, mejor consúltalo con un psicólogo o con una persona mayor
que te pueda orientar.
No te dejes atemorizar por nadie, ni te dejes manosear. Tu cuerpo es sagrado
y nadie tiene por qué tocarte, salvo que tú se lo permitas. Si alguien lo hace
en contra de tu voluntad, denúncialo. El
abuso sexual se
castiga con cárcel.
La clave siempre es hablar, por más pena y miedo que se sienta. De lo
contrario esa situación puede durar años, arruinarte la vida y sucederle a
alguien más.
Tipos de
abuso sexual
La violación, que es
considerada delito
sin importar el sexo de la víctima, y el estupro.
En el caso de abuso sexual infantil, los fenómenos que se desencadenan tienen
que ver con trastornos en el desarrollo psicosexual. Una dificultad en la
relación madre-hija puede complicar el riesgo para el abuso sexual infantil y
las consecuencias del abuso.
Violación Sexual
Este artículo trata sobre el delito sexual. Para otros usos de este
término, véase Violación.
El término
violencia sexual hace
referencia al acto de
coacción hacia una persona con el objeto de que lleve a cabo
una determinada
conducta sexual; por extensión, se consideran también como
ejemplos de violencia sexual "los comentarios o insinuaciones sexuales no
deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo
la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona,
independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito,
incluidos el hogar y el lugar de trabajo.
La violación es una violencia de tipo sexual que se produce
cuando una persona tiene acceso sexual hacia otra, mediante el empleo de
violencias físicas o psicológicas o mediante el uso de mecanismos que anulen el
consentimiento de los ofendidos. También se habla de violación cuando la
víctima no puede dar su consentimiento, como en los casos de incapaces mentales, menores de
edad, o personas que se encuentran en estado de inconsciencia.
El concepto de violación ha ido cambiando con el correr del tiempo. En la
actualidad la violación es un tipo de acceso carnal no consentido, mediante el
cual se produce la profanación del cuerpo de una persona que no ha podido o no
ha tenido el ánimo de prestar el consentimiento para ejecutar dicho acto,
producto de lo cual su integridad mental y física ha sufrido o pudo haber
sufrido un ultraje.
Según la
ONU dice lo
siguiente:
Una penetración física por coacción de la vulva o el ano, con un pene, otras
partes del cuerpo o un objeto.
La violación es un tipo de agresión que se refiere a la actividad sexual - sexo
oral, penetración genital, coito vaginal o coito anal - realizada contra la
voluntad de una persona por medio del uso de la fuerza, el alcohol, las drogas,
la intimidación, la presión o la autoridad.
Identidad Y Autoestima
Para
alcanzar un buen nivel de autoestima, debemos descubrir nuestra Identidad.
¿Quién soy yo?, ¿qué soy?, y más importante y decisivo aún, ¿qué quiero ser?
Ya sea consciente o inconscientemente, todos albergamos opiniones y emociones
respecto a nosotros mismos: seguridad o inseguridad, confianza o desconfianza,
fe en nosotros mismos y nuestros proyectos o falta de entusiasmo. Todos estos
elementos dependen directamente del nivel de autoestima que hemos desarrollado.
Todo ello incide en la forma en que miramos las cosas, en cómo aprovechamos las
oportunidades que la vida nos ofrece y en la manera en que nos relacionamos con
los demás.
Con una autoestima saludable, nos hacemos cargo de nuestra propia vida y
asumimos una actitud responsable y activa en la búsqueda de nuestras propias
metas.
Pero, ¿qué es la autoestima? ¿Cómo se forma? ¿Cuáles son sus componentes?
LA
AUTOESTIMA
Antes de
dar nuestra versión, veamos algunas de las definiciones que eminentes
psicólogos e investigadores han dado.
Algunos usan la palabra "estima" en el sentido de "aprecio,
cariño", y vinculan la autoestima al conjunto de emociones y sentimientos
que tenemos hacia nosotros mismos. Este enfoque explica la autoestima como uno
de los componentes de los "auto esquemas" o "auto sistemas"
(Walter Riso).
En la misma línea, otros autores la definen como el sentimiento personal que
surge de la satisfacción o insatisfacción alcanzada por la forma en que vamos
logrando el éxito en la consecución de las metas que nos habíamos propuesto
(William James).
Hay quienes la relacionan a procesos valorativos, vinculados a nuestras
opiniones y juicios, así como a procesos subjetivos y concienciales que se dan
la mayoría de las veces de forma inconsciente dentro de nosotros mismos.
Nathaniel Branden la relaciona con la conciencia, y la define como la
disposición a considerarse competente para hacer frente a los desafíos básicos
de la vida y sentirse merecedor de la felicidad. También con la reputación que
llegamos a tener con respecto a nosotros mismos. Según Branden, la autoestima
tendría dos componentes: El sentido de eficacia personal y el respeto a uno
mismo.
Coopersmith afirma que es la evaluación aprobatoria o desaprobadora que uno
hace sobre sí mismo continuamente.
AUTOESTIMA
COMO RESULTADO DE NUESTRA IDENTIDAD
Como
indicamos, las definiciones más amplias de la autoestima la relacionan a lo que
la Psicología ha denominado "Auto sistema" o "Auto esquema".
¿Qué es? Es el resultado de nuestra identidad o "sí mismo".
Es un autorretrato o imagen interna que incluye las diversas características
que adscribimos a nuestra personalidad. Se construyen con el paso del tiempo y
sirven principalmente para organizar la información que se refiere a uno mismo.
Cuando nos encontramos con información o sucesos nuevos, intentamos comprenderlos
desde el punto de vista de esas estructuras cognoscitivas. Son como una
compleja lente psicológica a través de la cual nos vemos a nosotros mismos y
las cosas que nos rodean, casi sin darnos cuenta. Por ello dice un aforismo que
"todo depende del cristal con que se mire".
Este auto sistema o auto esquema constaría de varios componentes, según el
autor que los explique: autoconsciencia, autoevaluación, autorregulación y
autoeficacia.
Autoconsciencia o autoconocimiento. Es el conocimiento -juicio u opinión-,
objetivo o subjetivo, que la persona tiene de sí misma. ¿Qué creo de mí mismo?
¿Qué soy? ¿Quién soy? Son las respuestas que íntimamente damos a estas
preguntas, más allá de las mascaradas que asume la mente para no perturbar la
propia conciencia.
Autovaloración. Es la evaluación emocional de una persona sobre sí misma y sus
relaciones afectivas ante tal evaluación. ¿Qué siento de mí mismo? ¿Cómo me
siento al sentirme así? Cuando la autoestima es baja, suele estar conformada
por la interiorización de lo que suponemos es la valoración emocional hacia
nosotros de nuestros seres queridos. Además del rechazo de la propia
emotividad, suelen surgir bloqueos emocionales que nos impiden una sincera
apreciación de nuestras heridas y traumas afectivos.
Autorregulación o autodisciplina. Es un aspecto esencial del desarrollo humano.
Si no se aprende a controlar la propia conducta -a evitar lo que ha de
evitarse, a esperar cuando no se pueden obtener las cosas inmediatamente, a
variar las estrategias cuando no funcionan- se estará a merced de las
circunstancias, y nuestra satisfacción o insatisfacción dependerán más bien del
azar que de nosotros mismos. La señal de la autorregulación es el control
interno.
Sentido de Autoeficacia. Es la opinión o conciencia que uno tiene sobre su
capacidad o incapacidad para realizar con éxito alguna tarea o proyecto. No
depende tanto de si la tarea es fácil o difícil, sino de nuestra confianza en
poder alcanzar la meta, y forma uno de los aspectos más importantes en la
motivación o desmotivación. Es el "Yo puedo" o el "Yo no
puedo".
¿QUÉ ES
LA IDENTIDAD?
Desde
la adolescencia, todo hombre y toda mujer descubre su propia existencia. Y
surge la necesidad de satisfacer las viejas preguntas que se ha hecho la
Humanidad desde los albores de los tiempos. ¿Quién soy Yo? ¿Qué soy? ¿De dónde
vengo? ¿Adónde voy? ¿Cuál es mi papel en la Vida? ¿Qué sentido tiene mi
existencia?
Ya Sócrates nos recordaba el viejo precepto del frontispicio del templo de
Delfos en Grecia: Conócete a ti mismo y conocerás el Universo.
Precisamente la Identidad es la compleja respuesta a la eterna pregunta humana
"¿Quién soy?"
Anita E. Woolfolk indica que la Identidad se refiere a la organización de la
conducta, habilidades, creencias e historia del individuo en una imagen
consistente de sí mismo. Esto implica elecciones y decisiones deliberadas con
respecto de la vocación y de una "filosofía de vida”.
Diane E. Papalia y Sally W. Olds explican que la búsqueda de identidad es una
búsqueda de toda la vida, la cual se enfoca durante la adolescencia y puede
repetirse de vez en cuando durante la edad adulta. Erikson enfatiza que este
esfuerzo por encontrar un sentido de sí mismo y del mundo es un proceso sano y
vital que contribuye a la fuerza del ego del adulto. Los conflictos que
involucran el proceso sirven para estimular el crecimiento y el desarrollo.
Así, para alcanzar un buen nivel de autoestima, debemos antes que nada
descubrir nuestra Identidad. La primera pregunta que debemos contestarnos con franqueza
es ¿quién soy yo?, ¿qué soy?, y más importante y decisivo aún, ¿qué quiero ser?
PROBLEMAS BÁSICOS DE BAJA AUTOESTIMA
Los
problemas de baja autoestima más serios surgen de la adopción de una falsa
identidad, de una afirmación exterior por oposición a la afirmación interior.
Veamos algunos de estos problemas.
Afirmación centrada en nosotros mismos. Un factor que podría jugar un papel en
el deterioro temporal de la autoestima es un bajo nivel de autoconsciencia o
autovaloración, debido a la inquietud infundada respecto de la opinión o
aprecio hacia sí mismo por parte de los demás. Tendemos a vernos a nosotros
mismos o a sentir respecto de nosotros mismos según como pensamos que nos ven o
nos estiman los demás (aclaramos que habrá situaciones en las que la opinión o
valoración externa sea relevante, tal como puede ser la que de nuestra eficacia
pueda hacer nuestro jefe).
Se busca entonces afanosamente agradar a los demás, a fin de mejorar la imagen
o estima que de nosotros tienen. En casos extremos, es causa del llamado
"vampirismo emocional".
Comparación social. Desde niños, y ya adultos, evaluamos nuestras capacidades,
al menos en parte por comparación con las de los demás. En algunos casos puede
ser necesario y hasta positivo, si lo hacemos buscando un referente externo
para comprendernos mejor a nosotros mismos y para evaluar las cosas que estamos
haciendo. Pero si lo hacemos con el propósito de valorarnos por comparación con
los demás, sentirnos bien si los demás parecen peores que nosotros, o sentirnos
mal si los demás parecen mejores que nosotros, se constituye en una afirmación
negativa centrada fuera de nosotros mismos. En casos extremos, nos lleva a
denigrar regularmente a las personas que conviven con nosotros.
Desvaloración aprendida. Cuando un trabajo no nos sale bien, podemos atribuirlo
a la falta de esfuerzo, a la falta de capacidad, o ambas (también podemos
echarle la culpa a algo o alguien externo). Cuando se atribuye el fracaso a la
falta de esfuerzo, suele tener poca influencia en los sentimientos que uno
tiene sobre su propia eficacia. Sin embargo, cuando lo atribuimos a falta de
capacidad, probablemente el resultado sea una desmotivación. Además, este tipo
de valoración persistente puede llevarnos a enfrentar situaciones semejantes
cada vez con menos motivación y más pesimismo, fracasando incluso en
situaciones relativamente fáciles (profecías autorrealizables).
Represión. Es una regulación interna que genera estados de angustia, usualmente
por no venir de una decisión consciente sino del acatamiento de una imposición
externa o internalizada. Por ejemplo, cuando dejamos de decir lo que sentimos
por temor al rechazo o enojo ajeno.
¿CÓMO
DESARROLLAR LA AFIRMACIÓN INTERIOR Y LA IDENTIDAD DEL INDIVIDUO?
¿Cómo
desarrollar una Autoestima elevada y eficaz? Nathaniel Branden expone seis
componentes básicos para lograrlo: vivir conscientemente; conocerse y aceptarse
a sí mismo, como punto de partida, para poder cambiar; asumir la propia
responsabilidad frente a la vida y al destino; la autoafirmación; vivir con un
propósito en la vida; y vivir una vida íntegra.
De ahí la importancia de aportar herramientas de autoconocimiento, desarrollo
de la conciencia y cultivo personal, a fin de descubrir la verdadera identidad
y trabajar en la afirmación interior.
A través del rescate de las enseñanzas milenarias de Oriente y Occidente y de
los clásicos, todos podemos desarrollar un enfoque natural y desconflictuado
para promover nuestro potencial interno, conociéndose a sí mismos gracias al descubrimiento
de los componentes de la personalidad.
Conclusión
Al
finalizar nuestro trabajo de investigación,
hemos llegado a la conclusión, de que el bienestar físico y espiritual en
óptima relación con el medio ambiente, requiere el mantenimiento de un equilibrio
que determina nuestro estado de salud; ya que ésta nos permite desarrollar
todas las actividades con bienestar y alegría. Por ello creemos que es deber y responsabilidad
de todos defenderla y protegerla.
Teniendo
en cuenta que nos preparamos como futuros docentes
trataremos de que la sociedad aprenda a prevenir enfermedades y accidentes.
Porque conociendo cómo mantenerla o mejorarla podemos elegir la mejor manera de
lograrlo.
Bibliografía
1. es.wikipedia.org/.../Virus_de_la_inmunodeficiencia_humana
5.
http://www.youngwomenshealth.org/sphiv-aids.html
6. http://es.wikipedia.org/wiki/Hepatitis
8. http://es.wikipedia.org/wiki/Acoso_sexual
11. Informe mundial sobre la violencia y la salud, cap. 6.
Libro PDF.
12. es.wikipedia.org/wiki/Violencia_sexual
13. es.wikipedia.org/wiki/Violación
14. Carlos A. Chiari, editorial
Esfinge, revista de psicología, Identidad y Autoestima
pág. 35. (Mayo 2003)
http://www.editorial-na.com/articulos/articulo.asp?artic=159
SAYLAN